evermore

Alejo Ortega
2 min readNov 1, 2023

En una de las primeras clases que tuve de filosofía, la profesora habló de mitología griega y nos decía que los griegos, lo que hacían era tratar de encontrarle un sentido al mundo. Por eso inventaban estos cuentos o figuras sobrenaturales; para tratar de comprender y al mismo tiempo hacer el mundo que los rodeaba. A mi siempre me gustó la mitología — sí, toda una sorpresa ¿no? — por lo tanto, recuerdo esa clase casi de memoria. Cuando habló del inframundo, mencionó al Lete, uno de los ríos del Hades, cuyas aguas te hacían olvidar. En el, se bañaban las almas que reencarnarían en nuevos cuerpos, o aquellas que simplemente querían dejar de extrañar. Liberarse de los grilletes que los ataban al mundo mortal.

Pensaba que podríamos sacarnos una foto, nosotros dos. Un recuerdo de hoy, de esto. Y dentro de cuarenta años horrorizarnos por cómo nos vestíamos. Un testimonio de época ¿no te parece? Como esos álbumes de fotos viejas de la familia que poblaban los muebles viejos de todas las casas donde viviste, cargados de momentos que reflejaban otro panorama económico, social, político. Por ejemplo ¿sabías que fuí al sur? Bueno, yo no, ¡me llevaron cuando era apenas un bebé! ¡Qué frustración! Pasaron casi tres décadas y no pude volver. Sólo lo conozco a través de los recuerdos de otros. Pero sirve ¿no? En esos pequeños retratos hay una historia que se va formando, cada vez más.

Esto seguramente es algo que le pasa a cada generación, que ante la incertidumbre del mañana, pretende aferrarse con fuerza a lo ya conocido, pero siento que todo cada vez ocurre más rápido. ¿No te parece? Da la impresión que no hay tiempo suficiente para procesar un evento, que ya está ocurriendo otro que nos hace olvidar el anterior, porque lo nuevo demanda toda nuestra atención. Nos empujan al Lete. Y me da un poco de miedo, cada vez más.

¿Tiene sentido lo que estoy diciendo? No quiero nadar en el río. Es decir, las cicatrices son historias ¿no? Pienso que, ante la exigencia de borrar nuestro pasado, de barajar y dar de nuevo, es un acto de rebeldía el ponderar y capturar momentos que nos den trascendencia. No sé, tal vez estoy tratando de darle épica a cierta nostalgia que me invade en estas épocas, cada vez más; o también, persistir en la catasterización de nuestros nombres para la posteridad. Sé que leer esto te va a hacer reír, porque, a fin de cuentas te estoy pidiendo tener una foto de los dos de la única forma que podría hacerlo. Así por lo menos, tenemos algo para extrañarnos, cada vez más.

--

--

Alejo Ortega

A veces cuentos, a veces opiniones. I'm quite illiterate, but I read a lot.