Naturaleza Sangre

Alejo Ortega
1 min readJan 20, 2024

“Padre Sol, me encuentro nuevamente pronunciando estas plegarias para que, en tu eterna misericordia, en tu magnanima bondad, puedas proveerme nuevamente de tu luz y protección en el día que avecina.” Por el Este, el calor primordial se imponía trayendo consigo el amanecer para mantener a ralla los horrores que viven en lo oculto. La mujer terminó su rezo y salió de la caverna. Afuera, la helada montaña. Sabía que, si no encontraba al monstruo hoy, el recuerdo de sus hijos terminaría por esfumarse en la cornucopia de promesas sin cumplir que recorrieron su vida. Al caer la noche, su sangre se habrá mezclado con la del lobo y el puñal yacerá en la nieve.

“No piensen en el Infierno, no deseen para sus hermanos la condena eterna. Trabajen para salvarlos de ese camino, y en el trayecto, se salvaran a ustedes.” El sacerdote despidió a su congregación, recordando los rostros y nombres de cada uno de los presentes. Esperaba que su sermón traiga nuevas manos al comedor el día siguiente. Bebió una copa de vino y se fue a dormir.

“¿Por qué habríamos de correr? Tenemos todo de nuestro lado. O sea, mirate, estamos en el cenit de nuestra juventud.” Sentía dentro suyo, la confianza suficiente para enfrentarse al mundo entero. Se miraron a los ojos en silencio unos segundos antes de romper el silencio con una carcajada. “Poné de nuevo ese tema que me gusta” le dijo la chica. La ciudad entera era espectadora de su canto.

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Alejo Ortega

A veces cuentos, a veces opiniones. I'm quite illiterate, but I read a lot.