Vuelos

Alejo Ortega
1 min readMar 26, 2024

No sé bien qué hora es, ni qué día. O cuánto pasó. Traté de contarlos, pero me rendí hace bastante. Recuerdo que me subieron al auto cuando empezaba la primavera. No preguntaron nada, solamente gritaron, sentí un golpe y me tiraron adentro. Unas semanas atrás estábamos hablando con los compañeros, de cómo veíamos la mano, que se estaba complicando cada vez más. Un in crescendo de la violencia, no así del miedo. La tata decía “no tengas miedo mija. El miedo tiene que pasar a través suyo, como el viento. Uste’ siempre con la mirada pal frente mija”. La mirada al frente. ¿Viste que los animales huelen el miedo? Es lo mismo, a estos giles les tenés que clavar los ojos como dos puñales.

De vez en cuando traen nuevos vecinos. A la noche, cuando los dinosaurios duermen, nos presentamos. Les digo mi nombre, me dicen el suyo; de dónde somos, hablan de sus viejos, yo de mi vieja. Nos prometemos buscarnos al salir de acá. Nos damos fuerza en el mientras tanto. Y decido que, en vez de contar días, voy a contar nombres. Que en las paredes de esta habitación quede el registro de los que pasamos por acá. A la luz de la luna, mis uñas escriben la firma de cada uno de nosotros en el mármol.

--

--

Alejo Ortega

A veces cuentos, a veces opiniones. I'm quite illiterate, but I read a lot.